Historia Ronda

Aunque en el entorno de la ciudad se han encontrado restos prehistóricos que se remontan al Neolítico entre los que destacan las pinturas rupestres de la Cueva de la Pileta, los orígenes de Ronda son celtas quienes en el siglo VI a.C. la llamaron Arunda. Posteriormente los fenicios se instalaron en una aldea cercana que llamaron Acinipo. Arunda, tras ser conquistada por los griegos, pasó a denominarse Runda.

Pero Ronda como tal fue fundada como consecuencia de la Segunda Guerra Púnica, durante la campaña que el general romano Escipión llevó a cabo contra los cartagineses que dominaban la Hispania a finales del siglo III a.C. Es entonces cuando se mandó construir el castillo de Laurus el cual favoreció el asentamiento de la población a su alrededor y alcanzando en tiempos de Julio César el rango de ciudad alcanzado sus habitantes, y los de la vecina Acinipo, la cualidad de ciudadanos romanos.

En el siglo V, con el fin del Imperio Romano, la ciudad es tomada por los suevos al mando de Rechila, pasando después por un período bizantino, en el que Acinipo fue definitivamente abandonado, hasta que Leovigildo la integró en el reino visigodo.
En el 711 se produce la invasión musulmana de la península y, en 713, la actual Ronda abre sus puertas, sin presentar batalla, al jefe bereber Zaide Ben Kesadi El Sebseki. La ciudad pasa a denominarse Izn-Rand Onda (la ciudad del castillo) convirtiéndose en la capital de la provincia Andalusí de Takurunna.

Con la desintegración del Califato de Córdoba, Ronda se convierte en un reino de Taifas independiente regido por Abu Nur Hilal Ben Abi Qurra, y será durante este periodo cuando se crea la mayor parte del patrimonio monumental con que cuenta el casco histórico de Ronda y los arrabales. Abu Nur Hilal fue sucedido por su hijo Abú Nasar quien tras morir asesinado provocó que Ronda pasará a formar parte del reino sevillano de al- Muthadid.

El periodo islámico de la ciudad finaliza cuando, el 22 de mayo de 1485, el rey Fernando el Católico logra tomarla tras un prolongado asedio. Tras la conquista muchos de los monumentos erigidos por los musulmanes son remodelados adecuándose a la nueva situación que vive la ciudad que inicia un nuevo florecimiento que la hace crecer extendiéndose en nuevos barrios como los del “Mercadillo” y “San Francisco”, pasando a conocerse el antiguo núcleo árabe como “La Ciudad”.

En 1572 se funda la Real Maestranza de Caballería de Ronda con fines de entrenamiento para la defensa y las guerras del reino.

En el siglo XVIII la ciudad vive una etapa de importantes construcciones entre las que destacan el Puente nuevo, que ha pasado a considerarse el símbolo de la ciudad, y la plaza de toros.

A partir de esa época se crean los mitos románticos de bandoleros y toreros. El Castillo del Laurel, alcazaba de Ronda, es derribado por los franceses en su retirada. Durante los siglos XIX y XX la actividad económica de Ronda sigue siendo principalmente rural, siendo el punto de encuentro para los habitantes de los pueblos de la Serranía y teniendo momentos de esplendor a principios del siglo XX con la llegada del ferrocarril.

En 1918 se celebra la Asamblea de Ronda en la que se fijó el actual diseño de la Bandera, el Himno de Andalucía y su escudo. En esa época se empieza a consolidar la Caja Ahorros de Ronda que ha impulsado fuertemente la economía de la ciudad hasta su desaparición en 1990 al fusionarse con otras entidades bancarias en Unicaja.

 

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